¿Qué ha pasado exactamente con la caída de Amazon?
El pasado 20 de octubre, Amazon Web Services (AWS) sufrió una interrupción en su región US-East-1, una de las más utilizadas a nivel mundial. Según informó CNBC, el origen del problema estuvo en un fallo de DNS, ese sistema que traduce nombres de dominio a direcciones IP.
Puede parecer un detalle menor, pero cuando el DNS falla, es como si internet dejara de saber a dónde tiene que ir. Da igual que tu web esté perfectamente optimizada o que tengas el mejor hosting del mercado: si el servicio base se cae, desapareces del mapa digital.
¿Por qué dependemos tanto de unos pocos proveedores?
AWS, Google Cloud o Microsoft Azure dominan la infraestructura en la nube. Sí, son todos americanos. Y es lógico: ofrecen fiabilidad, escalabilidad y un ecosistema inmenso de herramientas. Pero esa concentración de poder tiene un precio.
Cuando una región de AWS se cae, el impacto no se limita a las empresas alojadas directamente allí. También afecta a servicios intermedios, API, herramientas de análisis o incluso procesos automatizados que dependen indirectamente de esa infraestructura.
En otras palabras, una pieza del dominó cae, y detrás va medio internet, que es lo que ocurrió la semana pasada.
¿Qué podemos aprender de este tipo de caídas?
No confíes ciegamente en un único proveedor.
Aunque AWS tenga un historial impecable, ningún servicio es infalible. La redundancia multirregión o incluso multicloud es una práctica que merece la pena explorar.Prepara un plan de contingencia realista.
No sirve de nada un PDF olvidado. Simula escenarios, identifica los puntos críticos y define protocolos claros para actuar rápido.Revisa tu dependencia digital.
Muchas empresas no son conscientes de cuántos procesos dependen de un único proveedor. Audita tus sistemas, desde la web hasta los servicios internos.Comunica con transparencia.
Cuando algo falla, los usuarios valoran más una explicación clara que el silencio o las excusas. La confianza se gana también en los momentos complicados.
¿Cómo afecta esto al mundo del SEO y las webs de empresa?
Aunque no lo parezca, una caída de infraestructura puede tener implicaciones en SEO. Si tu web no carga durante horas, los bots de búsqueda como Googlebot pueden registrar errores y afectar temporalmente a la indexación. Aunque son situaciones que saben cómo tratar, quizá otros rastreadores no sean tan benevolentes. Mejor estar preparado.
Por eso, incluir este tipo de escenarios en una estrategia SEO sólida no es una exageración. Monitorizar tiempos de carga, disponibilidad y alertas es tan importante como optimizar títulos o enlazado interno.
La nube no es infalible
La caída de AWS US-East-1 ha sido un aviso. Internet funciona gracias a una red de dependencias tan compleja como invisible, y un pequeño error puede provocar un gran apagón digital. ¿Sabíais que estamos conectados por cables submarinos y son los principales canales del tráfico de Internet? Por eso las guerras modernas no destruyen, desconectan, que es más fácil, rápido y seguro. De momento, salvo que tengamos una conexión de Starlink, estamos sujetos a la debilidad de la conexión física.
Os dejo un mapa a de los principales cables que conectan los continentes.
La lección está clara: la resiliencia digital no es opcional, es una necesidad. Y cuanto antes la incorporemos a nuestra cultura tecnológica, menos sustos nos llevaremos la próxima vez que uno de los gigantes tiemble.


