OpenAI Atlas y el dilema de los bots invisibles: cuando el rastreo ya no es lo que parece
Un hallazgo técnico ha despertado inquietud en la comunidad SEO: OpenAI Atlas, el navegador de la compañía detrás de ChatGPT, estaría realizando peticiones web con el user-agent de Googlebot.
Durante años, los SEOs hemos convivido con los bots. Sabemos quiénes son, cómo se identifican y qué hacen. Googlebot, Bingbot, AhrefsBot… todos tienen su función, y sus visitas se pueden rastrear, controlar o bloquear. Pero el aparente caso de OpenAI Atlas cambia las reglas del juego.
Según el análisis de Jean-Christophe Chouinard, el navegador Atlas (basado en Chromium) estaría realizando solicitudes a páginas web usando el user-agent de Googlebot en todas sus peticiones. En otras palabras: a ojos de nuestro servidor web, OpenAI se presenta como Google.
Lo que parece un simple detalle técnico plantea un desafío mayor: la pérdida de control sobre quién accede realmente a nuestra web.
Primero, se difumina la trazabilidad: los logs mostrarán tráfico de Googlebot, pero parte podría pertenecer a OpenAI. Esto afecta tanto a la atribución de tráfico como al diagnóstico SEO.
Segundo, se complica la gestión de privacidad y acceso: los editores pueden bloquear a GPTBot, pero no pueden hacer lo mismo con un agente que se hace pasar por Google.
Y tercero, abre una discusión ética y legal: ¿es legítimo que una empresa utilice identidades de rastreo de otra para acceder a contenido con fines de entrenamiento de modelos?
Algunos compañeros apuntan que, si Atlas utiliza partes del ecosistema de Google (como la Indexing API), el comportamiento podría tener una explicación técnica más inocente. Pero la falta de transparencia alimenta la sospecha. Veremos qué dicen y cómo lo explican.
El futuro del SEO no solo se jugará en la optimización de contenidos, sino en la verificación de quién los consume. Y quizá pronto la pregunta clave no sea “¿estoy indexado?”, sino “¿quién está leyendo mi web realmente?”.



